El proyecto funciona como formato banda, pero también como un espacio de colaboración artística y multidisciplinaria, donde convergen diversos géneros y ritmos: desde el rock progresivo, la electrónica y el jazz, hasta texturas experimentales y cinematográficas. Dopetheremin es un laboratorio sonoro en permanente transformación, guiado por la búsqueda de sentido y vibración.

Banda


Su propuesta visual responde a una visión clara: mostrar la belleza desde otra perspectiva, donde el talento tiene más peso que la apariencia. Muchas de sus obras audiovisuales están protagonizadas por mujeres que encarnan fuerza, sensibilidad y creación, sin recurrir a estéticas vacías.

Manuel Yepes Correa, también conocido como Manu, lidera este proyecto. Nació en Medellín en 1987, es músico del ITM, ingeniero de sonido de la Universidad de San Buenaventura, especialista en narrativas digitales del Politécnico Grancolombiano, y actualmente finaliza una maestría en Gestión de Proyectos en la Universidad Europea. Dentro de Dopetheremin, es la voz principal, compositor de letras, pianista, guitarrista, y quien interpreta las Ondas Martenot. Su obra une música, tecnología, filosofía y comunicación en una visión que se resiste a lo inmediato: crear desde el sentido y no desde los estereotipos.

A su lado, colabora un equipo sólido de artistas y profesionales:

Daniel Herrera, compositor, guitarrista y compañero de Manu desde 2005, aporta arreglos y cuerdas esenciales para el carácter sonoro del proyecto.

Felipe Montoya (Pepi), bajista, productor y gestor cultural, aporta soporte estratégico y artístico en múltiples dimensiones.

Juan Pablo Gómez, a cargo de sintetizadores, voces y grabación, lleva las canciones a su forma definitiva. La masterización, ese proceso crucial que afila, expande y da el carácter final al sonido, es realizada en Ocean Prod, estudio que ha sabido sacar el mayor filo emocional y técnico a cada obra.

Santiago Hoyos, productor general y gerente de Vida Delta, ha sido una pieza clave en la consolidación del sonido de Dopetheremin. Además de ser el baterista de todas las canciones, ha aportado como compositor, arreglista y multiinstrumentista en obras tanto antiguas como nuevas, dándoles un enfoque fresco y motivando su publicación con fuerza y coherencia.

Todas las obras han sido desarrolladas en Vida Delta, el estudio que no solo es un lugar de grabación, sino también un núcleo creativo, afectivo y filosófico. Allí, la música no se produce: se cultiva. Dopetheremin es, ante todo, una invitación: a escuchar con el alma, a contemplar sin prisa, a recordar que el arte, cuando es profundo, nos devuelve lo más valioso: la capacidad de sentir.